La palabra calidad tiene múltiples significados.
De forma básica, la Calidad y calidez de vida, se refiere al conjunto de propiedades inherentes a un objeto que le confieren capacidad para satisfacer necesidades implícitas o explícitas.
Calidad como consistencia o ajuste a los propósitos declarados: se cumple con los objetivos trazados.
En la actualidad, el concepto de calidad y calidez de vida es muy popular.
Es frecuente su uso en una diversidad de ámbitos como son: la economía, la política, la salud y la educación (refiriéndose principalmente a individuos discapacitados).
En el área de la salud, por ejemplo, los estudios tienen que ver con el estado físico de las personas, su capacidad para moverse, cuidarse y atender sus propias necesidades Sin embargo, al mismo tiempo que el concepto sirve a espacios tan diversos, carece de un consenso sobre su definición.
Además, en el universo de descripciones que se han dado sobre calidad de vida existen varios elementos que marcan pautas para entender cada una de estas ideas.
El tiempo, el lugar y el concepto de desarrollo, son tres elementos claves; la temporalidad necesita ser tomada en cuenta, ya que dependiendo de la época y la evolución del humano, surgen o desaparecen necesidades y sus satisfactores cambian.
El contexto proporciona información acerca de las formas en que estas necesidades pueden ser o no ser cubiertas desde una cultura en específico; la base de desarrollo marca la dirección del concepto, es decir, enmarcados en un desarrollo economicista las tendencias para definir la calidad de vida tienen que ver con aspectos materiales y objetivos; por otro lado un desarrollo más humanista se referirá a las cuestiones subjetivas de las personas, que responden a su naturaleza humana.
“Un hombre no está bien, hasta que sea feliz, sano, y próspero; y la felicidad, la salud, y la prosperidad son el resultado de un ajuste armonioso del interior con el exterior del hombre”. James Allen
El tema de “Calidad de vida” o la “buena vida” ha sido parte de la humanidad desde la época de los griegos.
De manera general la mayoría de los autores coinciden en que las variables objetivas que se pueden considerar.
Para evaluar o definir la calidad y calidez de vida serían los siguientes:
- Bienestar físico y social
- Riqueza material y bienestar material
- Estado de Salud
- Trabajo y otras formas de actividad productiva
- Relaciones familiares y sociales
- Seguridad
- Integración con la comunidad.
Vivimos en un mundo de agobios, donde el fuego de las hogueras se llama calefacción, la tierra fértil es ahora asfalto, el agua de mares, ríos y lagos tiene forma de grifo y, el aire puro es acondicionado. Hemos sustituido mirar al horizonte por ver la televisión, hemos dejado de escucharnos incluso a nosotros mismos.
Pero de ahí es difícil salir y cambiar. El gobierno de cualquier país desarrollado debería tener entre sus primeras opciones que todos sus ciudadanos tengan máximas posibilidades de acceso a una calidad de vida lo más óptima posible.
Este concepto alude al bienestar en todas las facetas del hombre, atendiendo a la creación de condiciones para satisfacer sus necesidades materiales (comida y cobijo), psicológicas (seguridad y afecto), sociales (trabajo, derechos y responsabilidades) y ecológicas (calidad del aire, del agua).
CREER EN LA MAGIA, CREER EN LA VIDA,CREER ENTU DESTINO.
CONECTAR CON LOS PODERES UNIVERSALES
Fiona Harrold
Pon un poco de magia en tu vida. Tú mismo no eres otra cosa que un milagro maravilloso. Sé tu propio coach y mejora tu vida.
Como dijo el extraordinario Roald Dahl: “El que no cree en la magia nunca la encontrará”.
Y es completamente cierto, quien no cree en las cosas imposibles, nunca las conseguirá. Los centenares de autores que componen la recopilación de este libro, lo sabían. Sabían que cuando uno se adentra en un mundo de fantasía, la fantasía se hace realidad.
Es curioso que de niños todos pensamos así, pero que una vez adentrados en la edad adulta, olvidamos lo que eso significa.
Grabamos en nuestro subconsciente una serie de patrones internos erróneos (que vienen a ser unos mapas que definen nuestra realidad), que nos distorsionan de forma negativa, limitándonos como seres humanos y recortando de forma dramática nuestras posibilidades en la vida.
Lo cierto es que La Ley de la Atracción no necesita, en realidad, que uno crea en ella para que se cumpla, de la misma manera que nadie necesita creer en la Ley de la Gravedad para que funcione o para que vea que deverdad funciona.
La Ley de la Atracción funciona siempre y a todas horas. En todo momento estamos atrayendo a nuestra vida lo que pensamos y sentimos, ya sea algo negativo o positivo, lo mismo d a … Atraemos aquello en lo que nos enfocamos, y lo hacemos siempre, no unas veces sí y otras no.
Pero para conseguir enfocarnos única y explosivamente en lo que queremos, necesitamos creer en este método, para deliberadamente poner nuestra atención en los aspectos positivos que nos empoderarán y nos empujarán a lo que queremos y deseamos en lo más hondo de nuestro corazón.
En el momento que creemos en ello, creemos en la vida, creemos en el universo, y desaparecen nuestros miedos y empezamos a concienciarnos de lo que somos en realidad: creadores de destinos. ¡Conectamos con la fuente original y establecemos un diálogo directo, de tú a tú! En ese diálogo nosotros pedimos, y el universo da. Pero da sin restricciones y sin pedir nada a cambio. Nada de juegos maniqueos en los que tenemos que ofrecer una buena conducta o algo para canjear por nuestro regalo.
¡NO! El universo da y no pide nada a cambio, y no escatima en esfuerzos para que tú tengas todo aquello que desees y te haga feliz, aquello en lo que te enfoques.
¡Así que enfócate en lo que quieres y jamás en lo que no deseas!
Es entonces cuando empezamos a sospechar que todo es posible por el simple hecho de quererlo, de necesitarlo en nuestro día a día para hacer de cada instante, un instante de felicidad absoluta, el fin último de nuestros días en este planeta llamado tierra.
Eso nos da un impulso, nos motiva, da un sentido a nuestra existencia y nos empuja a nuevos y más ambiciosos retos.
Por lo tanto, si de verdad quieres poner en práctica el millar de ideas que aquí encontrarás, ¡lánzate al vacío!
Vuelve a pensar como un niño, a creer que todo es posible y que la vida es un juego continuo que tan solo nos da millones de alegrías.
Si lo haces, tendrás recompensas en un abrir y cerrar de ojos.
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